Manejar la presión comercial es importante no sólo para tu rendimiento en las ventas, sino para también para tu salud mental y tus relaciones personales.
Las 6 presiones comerciales vienen de fuerzas externas e internas y son habituales en esta noble profesión:
- La primera presión es alcanzar la cuota. A medida que avanza el mes, se incrementa el estrés por cumplir los números, y también la adrenalina por acercarse a la cuota acumulada del año.
- La segunda es competir con otros vendedores. La carrera de ventas, siempre está expuesta a un ranking implícito asociado a los resultados grupales, y a las comparaciones entre pares.
- La tercera presión está asociada a cambios en el mercado e industria. Los competidores no se quedan inmóviles. Y los clientes tienen sus propias exigencias para desviar sus prioridades y pausar las inversiones.
- Una cuarta presión proviene de los propios clientes. Una venta siempre es una gran noticia, pero también es un importante llamado a la responsabilidad constante para ayudar al cliente a que alcance su completa satisfacción. Los clientes siempre exigen de su vendedor un buen servicio y buenos tiempos de respuesta.
- La presión de tu jefe es la quinta. Si hay alguien que compite con tu presión es tu jefe, generalmente tiene más presión que tú persona y necesita de tu aporte.
- Y por último tu propia auto-presión para ganar más comisiones y bonos y mejorar tu estilo de vida. Si estás en ventas sabes que donde está el dinero es en las comisiones. Rara vez te conformas con tu salario base.
La presión es una constante en el mundo de las ventas, y manejarla con destreza puede ser la diferencia entre el éxito y el estancamiento. Al alcanzar la cuota, competir con otros vendedores, adaptarse a los cambios del mercado, satisfacer las demandas de los clientes, responder a la presión del jefe y manejar la autopresión, cada uno de estos desafíos se convierten en una oportunidad para destacar. La clave está en ver estas presiones no como obstáculos, sino como catalizadores de tu crecimiento.
Cada cuota alcanzada es un testimonio de tu capacidad; cada competencia, una oportunidad para aprender y mejorar. Los cambios en el mercado te empujan a innovar y ser flexible, mientras que las exigencias de los clientes te permiten demostrar tu compromiso y habilidad para ofrecer soluciones. La presión de tu jefe y tu propia auto-presión son recordatorios de tu potencial y ambición.
Abraza la presión como una fuerza que te impulsa hacia adelante. Usa la competencia para motivarte, no para desanimarte. Mantente informado y adaptable frente a los cambios del mercado, y comunica efectivamente con tus clientes para manejar sus expectativas. Aprovecha el feedback de tu jefe como una herramienta para mejorar y utiliza tu propia ambición para mantenerte enfocado y motivado.
La presión es natural para quienes aspiran a la grandeza; es el fuego que forja al mejor vendedor. Transforma cada presión en una oportunidad y verás cómo se convierte en el impulso que necesitas para alcanzar el éxito.
Los vendedores que pueden manejar la presión de manera efectiva son capaces de mantener la calma, tomar decisiones informadas y mantener un alto rendimiento incluso en situaciones desafiantes.
En última instancia, el manejo de la presión puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el mundo de las ventas.