Los vendedores que no cumplen su cuota de forma recurrente y/o están muy por debajo de los resultados acumulados, deben pasar a un proceso de mejoramiento de desempeño. El no hacerlo cae en la responsabilidad del gerente de ventas.Existe un proceso muy detallado para el efecto, donde el vendedor, recursos humanos y el líder comercial deben comprometerse. Se evalúa la productividad del vendedor, su metodología de trabajo y no a la persona.Los mejoramientos deben estar enfocados en la técnica y en no ser punitivo. El salir de este proceso puede conllevar a un gran mejoramiento o, incluso lamentablemente hasta en la separación de la empresa.